domingo, 11 de diciembre de 2011

El Triple Filtro


En la antigua Grecia (469 - 399 AC), Sócrates era un maestro reconocido por su sabiduría. Un día, el gran filósofo se encontró con un conocido, que le dijo muy excitado:

- ¿Sócrates, sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?

-Un momento, respondió Sócrates. Antes de decirme nada me gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del triple filtro.

-¿Triple filtro?

-Eso es, continuó Sócrates. Antes de contarme lo que sea sobre mi alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo que vayas a decirme. El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estas completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?

-"No, me acabo de enterar y..."

-"Bien", dijo Sócrates. "No sabes si es cierto lo que quieres contarme. Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"

-"No. Todo lo contrario..."

-"O sea que, le interrumpió Sócrates, "quieres contarme algo malo de él, que no sabes siquiera si es cierto. Aún puedes pasar la prueba, pues queda un tercer filtro: el filtro de la Utilidad. ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?"

-"No. No mucho".

- "Por lo tanto" concluyó Sócrates, "si lo que quieres contarme puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?"

Esto explica el porqué de la grandeza de Sócrates, y por qué se le tenía en tanta estima.También explica por qué nunca se enteró de que Aristóteles se tiraba a su mujer...

No hay comentarios:

Publicar un comentario