La violencia de género ha sido y sigue siendo un delito invisible,
oculto en demasiadas ocasiones por una aparente felicidad conyugal. De
puertas para afuera impera la felicidad, pero de puertas hacia dentro,
todo es una horrible pesadilla.
Aunque son cada vez más las mujeres y hombres que
se atreven a poner nombre y apellidos a la violencia doméstica, el
número de mujeres y de hombres que callan es muy superior al de las/los que se atreven a
hablar.
Es
por eso que cada 25 de noviembre tiene lugar el Día Internacional contra
la Violencia de Género.
No hay comentarios:
Publicar un comentario