Está demostrado que la “Teoría de las
ventanas rotas” hace mucho que ha dejado de ser una teoría para ser una triste
realidad.
Somos nosotros, con nuestra educación los que
hacemos un barrio limpio, estético y habitable y si nos falta esa educación,
tendremos lo que nos merecemos.
Esos balcones llenos de ropa tendida, de bicicletas, de armarios sucios, de miserias,… en definitiva, llenos de falta de civismo y educación.
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