lunes, 16 de septiembre de 2024

El “Jefe” que no ha de ser

He comentado en varias ocasiones la falta de vendedores que existe en el sector de las máquinas de oficina y en el mercado en general, pues bien, hoy os quiero informar de un caso que me ha ocurrido a mi personalmente, para ver qué os parece. Yo daré mi opinión al final

A primeros de junio de 2024 y como en otras ocasiones, se puso en contacto conmigo un empresario para ver si le hacía el favor de presentarle a un vendedor. Ha comprado otra distribución de copiadoras y en ésta tiene que atender a varias provincias, por lo que necesita alguien que trabaje todos los días aunque no sea del sector.

Contacté con varias personas, pero todas me dijeron más o menos lo mismo: “Estoy cómodo en la empresa”, “tengo ya mis clientes”, “tengo una antigüedad que no quiero perder”, “no estoy ya para abrir mercado” y así se lo comuniqué a este empresario el día 26 de junio.

El 6 de julio de 2024 le envié por WhatsApp el siguiente mensaje:

“Hola J.L.

Tengo una persona de 44 años, honrado, trabajador, listo y con ganas, que os podría servir.

No sabe de copiadoras, pero creo que puede dar buen juego.

Hablamos cuando quieras.”

Ese mismo día 6 de julio, me contesta lo siguiente:

Gracias Peru

El lunes te llamo y hablamos”

El 12 de julio le escribo el siguiente mensaje:

“Hola J.L.

Parece que se te pasó llamarme

Saludos”

Su contestación el 12 fue la siguiente:

“Hola Peru

He tenido una semana liado

El lunes te llamo

Buen fin de semana y mucha pesca”

Por supuesto, no me llamó el lunes 15 y si lo hizo el miércoles 17. Comenté que tenía una persona interesante, que si quería los datos y en la conversación le pedí por favor, que no volviese a hacer con nadie lo que había hecho conmigo al no respetar los tiempos ni dar al asunto la prioridad que él me había pedido.

Por supuesto y conociéndole, se enfadó pero mantuvo una cordialidad forzada.

Una semana después, el 24 de julio y por WhatsApp le pregunté:

“Buenos días J.L.

Hablaste por fin con Daniel

Ya me contarás

Un saludo”

Ocho horas después contesta lo siguiente:

“Hola Peru

Se lo pasé a RRHH y en breve se pondrán en contacto con él

Mañana me informo y te digo

Buena tarde y gracias de nuevo”

Mi contestación con toda la retranca fue:

“Hola J.L.

No me lo puedo creer

¿No has llamado tú a una persona que te presento yo?

Eres un bromista, ¡venga, va, dime cómo fue la conversación!

Tienes cada cosa…

Un saludo”

Por supuesto, no volvió a contestar

He dejado pasar agosto y los que me conocéis ya sabéis que no me puedo callar porque pienso… “¿debo dinero a alguien?, ¡NO!, ¿debo un favor a alguien?, ¡NO!, pues adelante…” y este es el último WhatsApp del 3 de septiembre:

“Hola J.L., buenos días

¿Qué tal las vacaciones?, ¿estás bien?

Te lo pregunto porque no recibí contestación a mi último WhatsApp.
Si ya te noté molesto cuando te comenté lo del retraso de 10 días en tu compromiso de llamada, la no contestación de ahora puede ser por dos cosas:

Primera y no deseable, que te hayas enfadado, con lo cual y en mi opinión, tendrías que analizar objetivamente la situación y segunda, que sea por vergüenza, en cuyo caso no te preocupes porque me tienes a tu disposición.

Un saludo”

Al que le dio mucha vergüenza fue a mi ante mi conocido, cuando me enteré de las condiciones laborales que eran 20.000€ brutos al año, sin dietas y sin kilometraje para llevar varias provincias, un 1% de comisión sólo si se supera la cuota de venta (no objetivo). La formación la darían en algún acompañamiento de un “figura” de la cuerda del tal J.L. 

Antes de jubilarme, le hice varios favores al ponerle en contacto con Distribuidores para comprar sus negocios en varias provincias. Para ello, nombró “Director General” a su hijo, con el que nunca pude hablar directamente a pesar de que su “papá” me pedía los favores. Ahora comprendo la educación que ha recibido el pobre chaval.

Con el “Jefe de Ventas” pasó lo mismo al desaparecer después de solucionarle algunos “marrones”. Al pobre le habían puesto al hijo inteligentísimo por encima y no lo llevaba muy bien según expresaba

Mi opinión es que esta gente “es así” porque nadie les ha parado los pies en su momento y como no tienen referencias, creen que lo están haciendo bien. Pensad siempre que detrás de la expresión “es así…” siempre se puede poner la coletilla “…de gilipollas”.

Opino también que este empresario con su forma de proceder y su mala educación, podrá conseguir algún asesor comercial, especialista en ventas o sales management, que le bailen el agua, pero nunca un ¡¡VENDEDOR!!


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