miércoles, 15 de diciembre de 2010

FORMA DE VIDA


¿VIVIR POR VIVIR o VIVIR EN PAZ?

Éstas son algunas estrategias de Napoleón Hill, divulgadas en su libro "La magia de pensar en grande" y que yo intento aplicar siempre. En el momento que falle una vez, tendré que empezar de nuevo y habré perdido el tiempo.
El empleo apropiado de estas técnicas te ayudará a mejorar la calidad de tus relaciones y, por lo tanto, la calidad de tu vida.

1. Mantente sereno cuando otros estén enfadados y pierdan los nervios.

Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu desacuerdo, sino de hacerlo con moderación, sin que después tengas arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.

2. Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista:

El tuyo, el del otro y los de terceros, que probablemente están más cerca de la objetividad. Siendo más flexible y viendo las cosas desde “los ojos” de los demás enriquecerás tu propio punto de vista.

3. Espera a calmarte antes de hablar.

Ten en cuenta que la relación es más importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas que a las opiniones.

4. Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento.

Nunca te arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio que puedes hacer para ti mismo.
5. Busca el lado positivo y agradable, aun en las situaciones más complicadas y dolorosas.

Es una disciplina que te ayudará a pasar más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en oportunidades.

6. Establece el hábito de hacer preguntas y, sobre todo, de escuchar las respuestas.
Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar, y no para tratar de entender.

7. No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona.

La gente no recuerda tanto lo que dices o haces, sino la intención con la que lo dices y cómo les has hecho sentir.
8. Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica destructiva.
Observa si el propósito de tus palabras es ayudar, desahogarte o hacer daño.

9. Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.
10. El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar responsabilidad.

No olvides que un conflicto bien manejado fortalece la relación, y te ayuda a aprender de las diferencias.
Pensar positivamente es una disciplina que, ejercitada con constancia, te dará el poder de cambiar tu entorno y por consiguiente, tu vida.

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